Autor: Jesús email:xxx
Fecha: 01-10-03 01:00
Se han hecho muchas conjeturas sobre que pudieran existir, en la época de Mahoma, traducciones al árabe, parciales o totales, de la Biblia, por la presencia de arabófonos judíos y cristianos en la Península Arábiga, cuya lengua vernácula tenemos que suponer que fuera el árabe. El consenso de los especialistas, de momento, rechaza la posibilidad de que hayan existido versiones árabes de la Biblia de esa antigüedad.
Más posible tuvo que ser que entre los judíos arabófonos se desarrollase una tradición exegética, oral en principio, que luego se recogiese por escrito de alguna manera. Abū Ḥurayra (أبــو حريرة), cuya fiabilidad no parece muy segura en este caso, afirma que los judíos leían la Torah (التــــوراة, es decir, el Pentateuco o cinco primeros libros del Antiguo Testamento) en hebreo y que la traducían al árabe para los primeros musulmanes. Los coranólogos más reputados ven en el uso de historias bíblicas en el Corán y las colecciones de anécdotas llamadas الإســــرائيليات en los alhadices una prueba de que, en la época de composición del Corán, circulaban tradiciones de tipo oral.
Después de la islamización del actual Oriente Próximo, se prestó mayor interés a la traducción de la Biblia al árabe por dos razones: los cristianos y judíos arabizados la necesitaban para entender los textos canónicos (en hebreo, arameo, griego, latín o dialectos siríacos); por su parte, los musulmanes, por mera curiosidad o para apoyar argumentaciones en las polémica religiosas. Sabemos por المســـــعودي que حــــنين بن إســــــحاق (c. 800-873), el célebre traductor del griego y el siríaco al árabe, preparó una versión árabe de toda la Biblia, pero no nos ha llegado nada. Muy probablemente, si de verdad llegó a redactarla, la debió de preparar a partir de la versión griega de los Setenta.
La primera y la mejor conocida de las versiones de toda la Biblia, según el canon judío, fue hecha por Saadia Gaón (888-942). Se supone que fue escrita en árabe y con grafemas árabes (o sea, con el alifato) a fin de que pudiesen entenderla quienes no fueran judíos. Conviene señalar sobre esto que hasta épocas relativamente recientes, ha existido entre los judíos de lengua árabe la tradición de escribir en árabe pero en el alfabeto hebreo, en un fenómeno sociolingüístico similar al de los textos aljamiados de los moriscos españoles. Por los fragmentos de esta más que possible traducción que se nos conservan, sobre todo en los textos de la Genizah del Cairo (http://www.lib.cam.ac.uk/Taylor-Schechter/ ), y que no son muchos; se aprecia que la intención de Saadia era ofrecer una versión de fácil lectura y que fuera aceptable y comprensible racionalmente. Este segundo objetivo se busca eliminando antropomorfismos, mientras que, siendo fiel a la sintaxis árabe y añadiendo palabras o suprimiendo términos según las reglas de la prosodia árabe, incluso con antropónimos o topónimos árabes a través de una cierta arabización del texto, se consigue que la versión resultase aceptable para cualquier persona de lengua árabe, de cualquier confesión.
Otra muy notable escuela de traducción de la Biblia árabe surgió de la variante caraíta del judaísmo, que empieza a ser mucho mejor conocida para los investigadores desde hace unos diez años, aproximadamente.
Otra variante confesional judía, los samaritanos, también dio lugar a una antigua tradición de traducciones árabes de la Biblia. La más utilizada traducción samaritana es la de أبــو ســــعيــــــد (s. XIII) que parece responder a tradiciones orales de esta comunidad (http://i-cias.com/e.o/samaritn.htm )
Por parte cristiana, existen numerosas traducciones al árabe de la Biblia, como es lógico, tanto del Antiguo como del Nuevo Testamento, según los cánones cristianos, hechas en el seno de las iglesias cristianas orientales o por misioneros destinados en países arabófonos.
Sobre el uso de حـــــــــواء, como nombre propio de la mujer de آدم, no se menciona expresamente en el Corán. En Corán, azora 7, aleya 18; azora 20, aleya 115, se la menciona como esposa de Adán, pero sin citarla con su nombre propio. El nombre حـــــــــواء se halla en tres poemas árabes antiguos: uno de أمـــــية بن أبـــــي الصلت y dos del cristiano contemporáneo de Mahoma عــــــــدي بن زيــــد (aunque parece que uno de estos dos es una falsificación.)
En relación con lo que dice Carol en su intervención, te remito a mi intervención en este tema, inmediatamente anterior a la tuya. La interpretación del nombre de Eva en relación con el arameo ḥewyā, que efectivamente significa “serpiente”, figura en las primeras exégesis rabínicas de la Biblia, sobre los siglos VI al X.
Y sin más, de momento,
المعذرة عــــــن الإطــــــــالة والســـــــــــــــلام
Jesús
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