Autor: Antonio Giménez email:antanins@yahoo.es
Fecha: 08-01-03 19:43
Hola, Javi. Hoy en día para la gran mayoría de los especialistas en la enseñanza del árabe como lengua extranjera, "saber árabe" implica conocer al menos uno de sus dialectos. En opinión de muchos, aprender un idioma consiste en aproximarse todo lo posible a un objetivo ideal: la competencia de los hablantes nativos. Tratándose del árabe, lo cierto y lo fijo es que la variedad culta, el árabe clásico o فصحى, no es la lengua materna de ningún arabófono, pero sí lo es, en cambio, algún dialecto. Sin restarle importancia a la utilidad del árabe clásico, el aprendizaje de un dialecto nos pone, si no en "igualdad de condiciones", sí muy cerca de la experiencia lingüística de un arabófono. Pero esto es meterse ya en disquisiciones interminables.
Lo mejor es enfrentarse al asunto desde un punto de vista funcional: para qué quiero yo mi árabe. En virtud de los fines, se pueden describir las necesidades. Quien esté aprendiendo árabe para comunicarse con arabófonos debería (en mi modesta opinión) conocer al menos un dialecto; y si esos arabófonos son de una zona o de un país concretos, qué mejor que conocer su dialecto o, al menos, un dialecto cercano: si uno chapurrea el dialecto marroquí (es decir, alguna de sus variedades) se entenderá razonablemente bien con argelinos y tunecinos. Por otra parte, hay una serie de rasgos comunes a la gran mayoría de los dialectos que facilitan la inteligibilidad mutua. Además, gracias a los medios de comunicación y a las canciones, películas, etc., algunos dialectos (el caso más notorio es el del cairota) han traspasado sus fronteras.
Quienes utilizan el árabe exclusivamente para leer o traducir tal vez no sientan la necesidad de conocer algún dialecto. A mi modo de ver, prescindir del dialecto es como quedarse con la mitad de la naranja, pero es evidente que ciertos textos en árabe no requieren tener ningún conocimiento en este sentido.
Ha habido y continúa habiendo una larga polémica sobre qué tipo de árabe debe aprenderse: el clásico es básicamente uno, dialectos sin embargo hay muchos. Incluso quienes reconocen la necesidad de aprender un dialecto no coinciden en el orden de aprendizaje: ¿es mejor aprender el clásico y después un dialecto o seguir el orden "natural" de los nativos: dialecto primero y clásico después? En fin, un rollo. Por eso lo mejor, creo yo, es atenerse a las necesidades de cada cual y ser prácticos.
Yo personalmente entiendo que el árabe clásico y cada dialecto forman parte de un todo. Chapurrear una variedad local del árabe no nos permite necesariamente entender el resto, pero nos acerca bastante y, sobre todo, nos convierte en algo más parecido a un arabófono, capaz de comunicarse fluidamente con hablantes de dialectos similares y de entenderse medianamente bien con los de dialectos más "distantes" recurriendo o no al clásico. En cierta manera se trata de ampliar la destreza oral: raro es el arabófono capaz de expresarse en árabe clásico con naturalidad y cierta complejidad sin que interfiera su dialecto.
Y quizá sea eso, la naturalidad, el mejor motivo para interesarse en los dialectos. Hay quien dice comunicarse perfectamente en árabe clásico allí donde va... A mi, y se trata de una opinión muy personal, me parece una falacia; a menos que lo de "comunicarse" se entienda como transmitir mensajes breves y sencillos en un árabe televisivo o radiofónico que a muchos arabófonos, sencillamente, les parece divertido cuando no ridículo. Todo tiene su momento y su lugar, y la mayor parte de nuestras vivencias cotidianas no son precisamente el escenario ideal para una representación en árabe clásico... Por eso la asociación de esta lengua culta con lo trivial resulta a menudo irrisoria.
Bueno, al final me he metido en disquisiciones interminables... Espero haberte sido de alguna ayuda.
Un saludo cordial,
Antonio Giménez
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