Autor: Antonio Giménez email:antanins@yahoo.es
Fecha: 20-10-03 00:26
Creo que no era necesario el despliegue "radical", Aram. La voz حمادة designa una especie de desierto pedregoso en el Sahara magrebí y si uno se atiene a eso de las raíces del árabe habría que incluir el término, efectivamente, en la raíz حمد. Yo de todas maneras no soy partidario de "exprimir" excesivamente este aspecto de la morfología árabe, aunque sea un recurso muy productivo.
La voz persa چراغ se arabizó como سراج [lámpara] y de esta forma pasó a coincidir con una raíz árabe ya existente [a la que corresponde p. ej., la palabra سرج que significa 'albarda']. Lo curioso es que, de tan productivo como es este recurso de la morfología árabe, apareció un término مسرجة que significa 'candil'. Quiero decir con esto que en una misma raíz pueden llegar a coincidir voces de origen diverso, ya que el árabe suele "triturar" las palabras extranjeras y reducirlas a esqueletos de consonantes.
La verdad es que nunca se me había ocurrido relacionar حمادة con palabras como الحمد ó محمود. A mí esto de la "creatividad morfológica del árabe" nunca deja de sorprenderme y de encantarme, pero veo que hay que ser prudente. Si uno se guía demasiado por esto de los "moldes" morfológicos puede caer en el error. En tunecino, p. ej., مستبرد no significa "el que pide el frío" ni nada de eso, sino simple y llanamente, 'resfriado', 'acatarrado'. Y hay quien de guasa, tomando la palabra francesa "flic" (en argot, 'poli', 'madero') dice que un sitio مستفلك ['mustaflak'] es un sitio lleno de policía secreta. Acudir al diccionario y buscar la raíz فلك no sería muy práctico en este caso.
No se puede negar el valor mnemotécnico de las raíces verbales árabes, y creo que todos, ante una palabra desconocida, hemos tratado de abrirla en canal y buscarle la raíz, a ver si la descifrábamos. Pero ya digo, con cierta prudencia y teniendo en cuenta que a veces las raíces engañan.
Un saludo,
Antonio Giménez
|
|