Autor: Antonio Giménez email:antanins@yahoo.es
Fecha: 16-07-03 23:25
Hola, María. Yo creo que no deberías tomar tu decisión tanto en virtud de la mayor o menor "dificultad" o "complicación" del árabe, sino de tu interés en aprenderlo. Casi todo el mundo coincide en que llegar a una competencia comunicativa aceptable en árabe requiere un compromiso serio en lo que se refiere a tiempo y esfuerzo. En este sentido, quizá la mayor dificultad del árabe estriba en lo que se ha dado en llamar su "multiglosia", la necesidad de conocer dos variedades lingüísticas (al menos): una variedad "formal" única, por decirlo así, sobre todo para leer y escribir (que vendría a ser como el latín en la Europa de la Edad Media), y otra variedad coloquial, para entenderse con la gente, que no sólo se distingue de la anterior sino que además varía de una región a otra del mundo árabe. Probablemente en esa asignatura te enseñarán la variedad formal. Que se utilice sobre todo para leer y escribir no implica necesariamente que no sirva para comunicarse con la gente, pero sí es cierto que esa lengua sólo se habla y se escucha normalmente en registros formales (conferencias, discursos, boletines de noticias en los medios informativos audiovisuales, etcétera) y que manejarse en ella requiere una cierta práctica y formación (de hecho, no es la lengua materna de nadie, ya que cada arabófono aprende de niño la variedad coloquial de su entorno y sólo adquiere ese árabe formal mediante una educación formal). Intuyo que a ti sólo te exigirán conocer algunos aspectos gramaticales de este árabe formal y algunas frases hechas, con lo cual sólo te enfrentarás a eso de la "multiglosia" cuando salgas a la calle e intentes trabar conversación con hablantes de árabe, entender las letras de algunas canciones y otras actividades cotidianas que requieren un cierto dominio de la lengua coloquial de cada lugar.
Pasando a tus preguntas más concretas, creo que Kalistos ha respondido muy bien a ellas. Únicamente disiento de su opinión en lo tocante al alfabeto y a la pronunciación. Esta última, sin llegar efectivamente a ser "diabólica" si que suele representar un obstáculo --en realidad, yo no hablaría tanto de la pronunciación como de la fonología del árabe: tan difícil es pronunciarlo bien como entenderlo cuando otros lo pronuncian--. En cuanto al alfabeto, una cosa es aprenderse las letras y otra distinta llegar a adquirir una destreza razonable en la lectura y en la escritura. Ni que decir tiene que un alfabeto distinto es siempre un obstáculo. Aprender árabe es en buena medida "convertirse" de repente en un analfabeto o volver al parvulario. Para quien tiene interés, no obstante, el alfabeto y la caligrafía árabes son un aliciente más (lo distinto, gracias a Dios, atrae tanto a unos como repele a otros).
Por último te diría que, si bien el árabe es por su "distancia lingüística" un idioma difícil para los hispanohablantes, no es menos verdad que mucha gente supera cursos y cursos de árabe, dentro o fuera de la universidad, sin mayor esfuerzo: probablemente su competencia comunicativa final es pésima, pero rara vez se les ha exigido ponerla a prueba. A menudo lo que se califica no es tanto saber árabe como "conocerlo" (en el sentido en que un lingüísta puede conocer las reglas por las que se rige una lengua y no hablarla sin embargo). De esta forma, la presunta dificultad del árabe no tiene por qué verse reflejada en una asignatura igualmente difícil.
Yo personalmente encuentro el alemán más difícil que el árabe, aunque se trata de una impresión muy subjetiva y fruto, lo más seguro, de mi escaso interés en él. ¿No has pensado en dejar el alemán, coger el árabe como lengua C y buscar otra asignatura de libre elección?!
Un cordial saludo,
Antonio Giménez
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