Autor: abel email:nphdtd@terra.es
Fecha: 28-05-03 10:54
Se que se están organizando manifestaciones y marchas contra el terrorismo, en las que participarán tanto elementos gubernamentales como organizaciones de derechos humanos y movimientos sociales. Incluso algunas organizaciones "islamistas" han condenado los atentados y manifestádose contra ellos. Sin duda, la mayoría de las consecuencias negativas de estos atentados las van a sufrir los propios marroquíes. A nivel de calle y pueblo, no sé como estará la cosa, si la gente estará muy exaltada o seguirá con su rutina cotidiana. Desde luego, la tensión con la que vivimos aquí otras crisis como la del perejil no tenía nada que ver con como se vivia allí, mucho menos presente.
De todas formas, algunos comentarios que haces sobre el ser ciudadano occidental en los países islámicos me motiva a contarte algo. No nos podemos desprender de nuestra procedencia y, por mucho que queramos, no podemos eludir la responsabilidad de lo que nuestros gobiernos hacen. Al igual que el mero hecho de ir de turismo, o a estudiar a un país árabe es (consciente o inconscientemente) un ejercicio de poder asimétrico, que reproducimos y utilizamos. ¿Nunca te quedaste pensando en la cara que tu hospitalario amigo marroquí te puso cuando le dijiste "a ver cuando vienes tú por mi casa!!"?
Efectivamente, nuestro gobierno ha atacado Iraq, tiene una ley de extranjería, empresas españolas subcontratan y explotan a jóvenes en los arrabales de Tanger y Casablanca y nosotros no hacemos mucho por impedirlo.
Un día, estaba en Tanger en un encuentro de asociaciones. Iba paseando por el puerto y un grupo de jóvenes que estaban en una esquina me insultaron "racista!!" (estaban muy recientes los sucesos de El Ejido). "Yo no soy racista!!" les contesté convencido más bien de que yo era lo contrario. "Tu y todos,¿ o no es tu país donde la gente pega e incendia a mis paisanos??" me contestó. No me sentí racista pero si avergonzado de pertenecer a un país donde se criminaliza la diferencia. Y sigo sintiéndome así, y cada vez más, de ser un "rico", del eje del bien y que visito gente y lugares que no me pueden devolver la visita.
No pretendo culpabilizar a nadie pero sí buscar la forma de intervenir en esta vergüenza que, además, es preludio de futuros miedos y terrores.
Salud
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