Nablús

Quedamos a las cinco de la mañana en el check point de Ram las ONGs nacionales e internacionales, además de un coche consular francés y la prensa. Pasado Kalandia se incorporaron los tres camiones de ayuda humanitaria. La mayoría de las donaciones (comida, medicinas y algo de ropa)venían de organizaciones locales. Llegamos al check point de Tappuah (a menos de 20 km de Nablús)donde prohibieron la entrada a la prensa. No querían cámaras. A partir de ese punto un coche militar en cabeza del convoy nos llevó hasta la entrada en Nablús, allí nos dejo, concretamente en la entrada del campo de refugiados de Balata. Fue como si nos hubiesen soltado en una ciudad fantasma. No había ni un alma. La carretera estaba totalmente destrozada por el paso de los tanques, agujereada, al paso de los vehículos se levantaba mucha arena y veíamos bastante mal, a nuestro alrededor todo estaba arrasado, las casas tiroteadas, bombardeadas, sin ventanas, de vez en cuando se oían disparos, el ruido de los tanques circulando. La calle es ancha y aún así los tanques se habían divertido a aplastar los coches que estaban aparcados en las aceras. Puro vandalismo. La gente salía a las ventanas, miraban extrañados, nos sonreían, algunos se atrevían a salir de las casas gritando y pidiendo ayuda a pesar del estricto toque de queda, algunos incluso aplaudían…como si hubiese llegado la salvación… Llevamos la ayuda directamente al principal centro del creciente rojo palestino. Descargamos los camiones, la gente salía a la calle a curiosear arriesgándose a ser tiroteados por los ¨snipers¨. Fuimos testigos de la continuidad de los feroces combates en la ciudad antigua de Nablús, los bombardeos seguían, los tiroteos, movimientos de tanques por la ciudad y hacia la ciudad antigua.

Observaba la ciudad, ˇmadre mía como la han dejado!, recordaba las palabras que me dijeron Veronique y Emile (también lectoras)sobre la llamada telefónica que habían mantenido unos días atrás con el director del departamento que las pedía que no se fuesen porque de aquí al miércoles todo se acabaría (el convoy fue el martes). Las lectoras de francés ya están en Francia esperando regresar. Todas sus cosas están en nuestra casa en Nablús.

La Cruz Roja y el Creciente Rojo Palestino nos informó que les era imposible atender a los enfermos y mucho menos recoger los cadáveres. Ya que si consiguen salir más vale atender a los vivos…El día anterior habían salido varias ambulancias y todas fueron tiroteadas, dos ya no funcionaban. Aún así pudieron llegar a alguna parte de la ciudad antigua. Decían que había unos 51 muertos que están en las calles, en las casas.

El ejército no les deja actuar, nos contaron que los perros habían comenzado a comerse un cadáver que está abandonado en la ciudad antigua, también una familia tiene en su casa tres muertos. Hay más de 200 heridos sin atender. Ahora aquí en Palestina las temperaturas son ya veraniegas…No hay agua, no hay electricidad, los teléfonos no funcionan. Sólo el agua y la electricidad llegan a algunas partes de la ciudad. El toque de queda impuesto a la ciudad de Nablús desde la ocupación del ejército israelí no ha sido abierto ni una vez. El día que llegamos salieron dos ambulancias y al irnos todavía no habían regresado…quizá pudieron atender a alguien.

Hoy he podido hablar con una de las chicas de médicos del mundo que no regresó con el convoy y me cuenta que sólo han permitido salir a alguna ambulancia y han podido repartir comida a un hospital, que la situación es muy pesada, que los muertos siguen en las calles, que no pueden hacer gran cosa. Me han hablado sobre los palestinos detenidos en las operaciones de limpieza del ejército israelí que regresan a Nablús desde el campo militar improvisado en el pueblo de Hiwara, que está a unos pocos kilómetros de Nablús. Les sueltan y regresan a sus casas andando, con un papel en la mano que les permite entrar a Nablús. Al entrar ponen en peligro sus vidas, algunos han sido heridos por disparos, el toque de queda impuesto por el ejército permite disparar a todo lo que se mueva. Los que consiguen llegar al Creciente Rojo Palestino relatan como son tratados: No nos dan de comer, sólo dos medios vasos de agua al día, un poco de pan con mermelada para todo el día…Dentro de la jerarquía de los WANTED reciben diferentes tipo de tortura, los que sólo les interrogan durante 3 o 4 días (los menos importantes dentro de la jerarquía: nos someten a todo tipo de humillaciones, no nos dejan dormir, nos despiertan, nos echan agua fría, nos dan mantas y al rato vienen otros (casi siempre los drusos que son los peores, hablan árabe)y nos las quitan, nos tienen atados de manos, de pies, nos vendan los ojos, nos despiertan y nos hacen cantar cosas totalmente ridículas o nos hacen cantar cosas contra nuestro país, cosas humillantes, nos golpean continuamente…luego dentro de la jerarquía de los WANTED los que son mas importantes, aparte de los ya dicho, si están heridos..., de los más WANTED poco se sabe porque no salen, sus compañeros que van llegando a Nablús relatan que se escuchan casi todo el tiempo gritos, gritos de dolor, por la noche es horrible… al parecer a uno le dio un paro cardíaco y no fue atendido, no saben , pero ya no se le oía…

Besos a todos, ANA

enviado por Ana(Nablús) y Antonio(Hebron)
email: laranaana@yahoo.es, sarunga_toronga@hotmail.com